por Admin-Web-QC | Oct 3, 2011 | Montañeros NZRT
Salida: 9 h. Aparcamiento de Canto Cochino (1.027 m)
Desnivel: 546 metros (Puente de los Pollos 1.573 m). Distancia a recorrer, 10 km en ruta circular (unas 5 horas).
Regreso: Hacia las 17 horas.
Consejo: salir de Madrid a las 8 horas.
Material: Botas (obligatorias), ropa de abrigo, chubasquero, gorra, crema solar, cámara fotos, agua, comida…
Cómo llegar al punto de salida: Canto Cochino es un punto muy conocido del Parque de la Pedriza cerca de Manzanares el Real.
Para llegar….
1.- En la Plaza de Castilla se coge la carretera a Colme-nar (C-617) y seguiremos las indicaciones a Miraflores y a Manzanares. Se pasa la cárcel de Soto del Real y en alguna rotonda tendremos que elegir entre seguir a Miraflores o torcer a Manzanares (famoso por su castillo) (Madrid-Manzanares son 42 km.).
2.- En Manzanares circunvalamos el pueblo por la izquierda (también se puede atravesar) y llegamos a una rotonda con un monumento al montañero. Hacemos la rotonda y seguimos de frente y a unos 500 metros está el desvío a la Pedriza (parque regional) que en 2 kilómetros nos pone en la entrada del Parque que tiene una barrera de control.
Aviso.- Es restringido el número de vehículos que entra cada día. Cuando llega el tope no dejan entrar más. Por eso estar puntuales y normalmente antes de las 9 se tiene plaza.
3.- Se siguen unos 5 km. por la carretera de entrada y dando curvas y subiendo y bajando cuestas se llega torciendo a la derecha al aparcamiento de coches de Canto Cochino (merendero-bar también). Aparca donde quieras y baja andando –pasarás por el merendero- hasta el final del asfalto donde hay un puente sobre el Manzanares. Ahí em-pieza nuestra marcha. (no suele haber cobertura)
4.- Si te hubieras confundido y en vez de ir a Manzanares coges la carretera de Navacerrada, en Cerceda puedes rectificar y dirigirte a Manzanares. Antes de entrar al pueblo verás la desviación a la izquierda a la Pedriza.
Descripción de la ruta: Con una dificultad media podremos disfrutar y conocer uno de los rincones bonitos de verdad de la Pedriza con una formación geológica digna de libro de Ciencias Naturales.
a) Pasaremos por el Cancho de los Muertos (contaremos la historia) y subiremos por zig-zags unos 300 metros al Collado del Cabrón (con perdón). Nos llevará 1,30 horas. Allí tendremos parada y comida de ataque. Hemos hecho la mayor parte de los metros de subida.
b) Tomaremos una de las cinco sendas que se cruzan en este collado (no repito el nombre) y ganamos altura muy poco a poco a lo largo de otra 1,15 h. Es un paseo por pinares entre granito.
c) Nos desviamos del sendero principal y en corta trepada, para darle emoción, llegamos al Puente. Deci-diremos donde comemos según la hora.
d) A partir de aquí ya todo es bajada y unas dos horas nos ponemos en los coches. Parte de este trozo lo haremos por la famosa autopista de la Pedriza. Nuestra ruta es circular y así conocemos más rincones de la Pedriza.
por Admin-Web-QC | Sep 27, 2011 | Rincón de Julia
LA HORA DE LAS PREGUNTAS
Por Julia Merodio
Estoy segura de que, muchos conoceréis la homilía que el Papa iba a haber pronunciado en Cuatro Vientos y que las inclemencias meteorológicas le impidieron hacerlo. Pero aunque así sea quiero incidir sobre ella ya que, su calado, sencillez y profundidad, llegan a lo profundo del corazón.
HACIENDO PREGUNTAS
Creo que, todos nos quedamos un poco impactados, al ver a aquellos jóvenes haciendo preguntas al Papa, exponiendo en público sus inquietudes. Ciertamente, el mundo que estábamos viviendo, no tenía mucho que ver con el que estamos acostumbrados.
En este momento de la historia ¿A quién le importan las inquietudes de otro? Una y otra vez escuchamos “que cada palo aguante su vela” ¡Nosotros no queremos problemas! Pero es más, ¿quién es capaz, en esta sociedad de las prisas, de perder su precioso tiempo en escuchar preguntas?
Sin embargo el Papa, nada más y nada menos que un jefe de estado, les dice: “agradezco la sinceridad con que habéis planteado vuestras inquietudes. En ellas veo que anheláis alcanzar algo grande en la vida, algo que os dé plenitud y felicidad”
UNA RESPUESTA QUE NO SE HACE ESPERAR
Jesús nos da la respuesta a estas preguntas, les dice el Papa, remitiéndolos al evangelio de Juan 15, 9 “Como el Padre me ha amado, así os he amado yo; permaneced en mi amor”
El Papa sabe mejor que nadie, que no es fácil, en este contexto en el que nos ha tocado vivir, ser fiel a la fe cristiana y aspirar a grandes ideales. Pero la directriz del Papa es siempre la misma “Dios nos ama” esta es la gran verdad de nuestra vida –nos dice- la que da sentido a todo lo demás.
De ahí el slogan propuesto para la JMJ: Vivir “Arraigados en Cristo, firmes en el Fe” Es decir tener una relación directa con el Señor, lo mismo que la teníamos en ese momento.
BENEDICTO XVI TAMBIÉN NOS HABLA DE LA VERDAD
Fueron muchas las veces que Juan Pablo II nos habló de la verdad, pero Benedicto XVI no deja de reincidir en ello. “no os conforméis con menos que la Verdad y el Amor, no os conforméis con menos que Cristo”
Y el Papa se atreve a gritar estas palabras en un planeta, donde la multitud de culturas relativistas, desprecia la búsqueda de la verdad.
El Papa no se anda con remilgos, una y otra vez repite: “si permanecéis en el amor de Cristo, encontraréis aun en medio de las contrariedades y sufrimientos, la raíz del gozo y la alegría. Porque la Fe no se opone a vuestros ideales más altos, al contrario, los exalta y perfecciona”
Parece que esto nos suena. Lo hemos escuchado demasiadas veces. Cuando Jesús le habla a Pilatos de la verdad, Pilatos le pregunta –posiblemente lo mismo que muchos de nuestro entorno nos siguen preguntando- ¿Y qué es la verdad?
LA VERDAD
La verdad está en Dios. Sólo Él es la absoluta verdad. Lo nuestro son verdades a medias, aunque la búsqueda de la verdad siempre sea admirable y apasionante.
Pero los que, al menos hemos optado por el Señor, sabemos que vivir en la verdad es la aspiración más alta del ser humano y que, solamente con mucho coraje y humildad podremos aspirar a ella.
Pero la verdad llena la vida de esperanza, porque ella es la esencia de la redención. Jesús que, conoce a la perfección el dolor humano, carga con todas nuestras aflicciones para aliviar nuestro dolor y nos enseña la manera de ayudar a cuantos enfermos, humillados, olvidados, excluidos… encontremos en nuestro caminar, porque ello será, dice el Papa “un testimonio humilde y callado del rostro compasivo de Dios”
MOMENTO DE ORACIÓN
Hacemos silencio. Tratamos de insertarnos en la oración. Dios nos esperaba y está con nosotros.
Ante el Señor, vamos a ir escuchando de nuevo las palabras del Santo Padre:
- “Que ninguna adversidad os paralice” “no tengáis miedo al mundo, ni al futuro, ni a vuestra debilidad.
- Vamos a darnos cuenta, junto al Señor de que, el miedo siempre paraliza; nos hace ver cosas que no son ciertas, pone ante nosotros el respeto humano.
- Detengámonos en ello. Vayamos a esos hechos concretos, de nuestra vida, en que esa fue nuestra realidad.
- “El Señor os ha otorgado vivir en este momento de la historia, para que gracias a vuestra fe, siga resonando su nombre en la tierra”
- Volvemos a nuestro interior. Quizá estemos pasando por un momento en el que la vida se nos haya puesto difícil, acojámoslo con paz, presentémoslo al Señor con sencillez.
- Ahora hagamos una oración de petición. Pidámosle que nos ayude a descubrir su voluntad. Pidámosle valentía y generosidad para afrontarlo.
Quizá la prisa no nos deje sosiego para permanecer más tiempo junto al Señor, pero fue también el Papa, el que nos dijo: “No os canséis de dialogar con el Señor. Poned ante Él vuestra preguntas y escucharlo”
por Admin-Web-QC | Sep 4, 2011 | Montañeros NZRT
Morezón y Refugio Laguna grande de Gredos
13ª marcha Montañeros de Nazaret
17-18 septiembre 2011
Ya está aquí el nuevo curso y comienzan las actividades. Dentro de poco empezarán las excursiones de montañeros, buenísimas para contactar con la naturaleza, bajar esos kilitos de más y empezar en forma el nuevo curso.
Como seguramente recordareis, La marcha a Gredos prevista para el 17 y 18 de septiembre, se cubrió la primera tanda que sale el día 17 y pernocta en el refugio con 34 personas. Ante la demanda surgida se organiza una segunda tanda, que partirá desde el mismo punto de salida que la primera, a las 9 de la mañana para encontrarse con la primera tanda en la montaña y celebrar todos juntos una eucaristía viendo la laguna Grande. Esta segunda tanda la lideraran Josechu Barceló del equipo 36 y Antonio Zamorano del equipo 3. Ya están apuntados 6 personas.
Los que querais apuntaros, podeis contactar con Jose Luis Blanco.
Los datos para la excursión son:
Salida: 9,30 h. Plataforma de Gredos (1.770 m) en Hoyos del Espino (Ávila)
Desnivel: 600 metros (Morezón 2.365 m).
Distancia a recorrer, 16 km en ruta circular.
Regreso: en la tarde del domingo 18.
Material: Botas (obligatorias), ropa de abrigo, chubasquero, gorra, crema solar, camara fotos, agua, comida día 17, comida de ataque día 18 y comida día 18 (que dejaremos en el coche), kit de higiene, algo de botiquín, ropa de recambio para el refugio.
Web del Refugio Elola: http://refugioelola.galeon.com
Descripción: En Madrid se coge la A-6 en dirección a Ávila (115 km.). Allí bordearemos la ciudad para coger la N-502 en dirección a Arenas de San Pedro y Talavera; Mas adelante a la derecha saldrá la carretera AV-941 que nos lleva al Parador de Gredos, Navarredonda y Hoyos del Espino. En total 171 kms.
En Hoyos torcemos a la izquierda y seguimos la indicación al Circo de Gredos-Plataforma. Esta carretera de unos 12 km termina en el aparcamiento de la Plataforma, donde dejaremos los coches. En total unas 2,15 horas de viaje.
– Subida al Morezón (comida de ataque por el camino)
– Bajada hacia el refugio por camino de cabras (comida)
– Instalarnos en el refugio
– cena (hacia las 8 h )
– desayuno (hacia las 8) y salida
– comida en las praderas de Hoyos del Espino y vuelta a casa)
Como para nosotros es experiencia nueva haced las preguntas que queráis pues aquí solo podemos dar indicaciones generales.
+ Sed puntuales en la salida para que el sol no nos abrase
+ Llevad lo mínimo imprescindible pues el peso dificulta el ascenso. Nada de botellas de vino etc. Cuanto menos peso mas ligero de anda. Nada de toalla de baño, sino una pequeña. Entre la comodidad y el peso elegimos siempre el menor peso.
+ En el refugio Elola nos dan mantas y calzado supletorio (chanclas) para estar sin botas. Conviene llevar una sábana saco si no quieres ponerte la manta encima. La toalla vale para la almohada. No es necesario saco pues hace calor y con una manta es suficiente. Es refugio de alta montaña; no hotel ni pensión. La comida es buena, los servicios higiénicos sencillos. Un pantalón largo de chándal para el refugio estaría bien y una camiseta para cambiar la sudada.
En caso de pérdida el móvil de Vicente es el 628 879 000 y el de J.L. Blanco 609 345 865.
Teléfono del refugio 920 20 75 76.
En el refugio no se puede pernoctar sin reserva previa.
por Admin-Web-QC | Jul 1, 2011 | Rincón de Julia
Por Julia Merodio
Todos sabemos que el corazón es el centro de la persona. En él se reúnen sus facultades, dimensiones y niveles, lo afectivo y lo racional, lo instintivo y lo intelectual, lo espiritual y lo material, haciendo de todo ellos una unidad.
En el corazón está la profundidad, la sabiduría, la hondura y, aunque suene fuerte, la santidad, a la cual sólo podremos llega por pura gracia, adquirida en el silencio y la humildad de integrar a Dios en nuestra vida.
Pues sólo desde el amor de Dios es desde donde una persona puede llegar, con mucho esfuerzo a ser un verdadero testigo de Cristo.
EL CORAZÓN DE JESÚS
Hoy es la festividad del Corazón de Jesús y me resultaría imposible buscar un tema en el que no hablarse de todos los dones que derrama, por amor, a cada ser humano.
Quiero hacer énfasis en esta realidad, porque me da pena ver como ha decaído la devoción al Sagrado Corazón de Jesús, pero a mí me gustaría que, no sólo fuese una devoción, sino que pasase a ser una actitud de vida brotada de sentirnos amados por Cristo.
Estoy segura de que, esta será una de las enseñanzas más importantes que sacaremos de la JMJ, la de darnos cuenta de todas las magnificencia que caben en un corazón.
Porque ¡Cuántas generosidades caben en un corazón! Sin embargo, aunque todas esas grandiosidades adornaban el Corazón de Jesús, su grandeza consistió en irlas derramando, regalando, esparciendo… porque Jesús no quería quedarse nada para Él; todo era para ponerlo al servicio de los demás. De ahí que sus generosidades creciesen tanto porque, la bondad, la misericordia, el amor, la confianza… crecen dándolas, se multiplican repartiéndolas.
¡Qué actitud tan distinta la nuestra! Nosotros guardamos nuestras generosidades para que no crean que seamos tontos. Para que los demás no se aprovechen de nosotros, para parecer más interesantes, más importantes. Y así nos ha ido. Las hemos guardado tanto, que se han ido empequeñeciendo y, de tal manera que a penas las percibimos; imposible ponerlas a funcionar. Mas la semilla nunca muere, ahí sigue en cada corazón. Por eso creo que la JMJ será un buen momento para regarla, abonarla y hacerla fructificar de nuevo. Así los que se crucen en nuestro camino lo agradecerán ya que al ver nuestra manera de actuar, empezarán a vislumbrar, un poco, lo que encierra el Corazón de Cristo.
Momento de Oración
En nuestra oración de esta semana, después de silenciarnos, traeremos a la mente el Corazón de Jesús. ¡Observémoslo! ¡Mirémoslo! Veamos como está traspasado por amor a cada ser humano.
Después preguntémonos: ¿cuánto hace que no me paraba a pensar lo que, de verdad encierra el Corazón de Cristo?
Y sin perder el clima de oración, vamos a ir deteniéndonos en algunas de sus cualidades.
n El Corazón de Jesús estaba presidido por el perdón.
Cuando Jesús se decide a perdonar su estilo tiene una constante. Él no niega la gravedad del pecado, pero se acerca al pecador para regalarle su confianza. El pasado ya no cuenta lo que cuenta es el renacer. “¿Nadie te ha condenado? Yo tampoco. Anda y en adelante no peques más”.
Entrar en el corazón de Cristo supone: dejar de tirar piedras, dejar de creernos justos, cumplidores, mejores que los demás.
Entrar en el Corazón de Cristo supone dejarnos bañar por su misericordia, para salir dispuestos a acercarnos a lo nuevo, con las manos vacías, pobres disponibles… no para denunciar la culpa sino para mirar al culpable con respeto y caridad. Pues el problema no es el “no peques más”, sino el sentirnos verdaderamente pecadores. Pero pecadores perdonados, porque Jesús ha sabido permanecer a nuestro lado.
n El corazón de Jesús está marcado por la acogida.
Jesús ha venido a sanar, a salvar, a enjugar lágrimas.
“Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, que yo os aliviaré…”
Más, esto nos garantiza un camino libre de dificultades, no nos dice que se acabarán nuestros problemas. Es más, nos dice: que es necesario pasar mucho para entrar en el Reino.
Llegar supone seguir un camino incómodo pero cargado de perseverancia y fidelidad.
Por eso, al vernos hacer tanto esfuerzo para participar en la JMJ, muchos nos dirán que estamos locos, que somos unos ingenuos, que esto es una utopía… Pero no nos quedemos con las etiquetas; digámosles que nosotros tenemos siempre un refugio seguro. Que nosotros tenemos donde saciar nuestra sed. Que nosotros tenemos dónde aumentar nuestra fuerza… Que nosotros conocemos el Corazón de Cristo.
n El Corazón de Jesús está inundado por el amor.
La forma de amar de Jesús nos sobrepasa. Nos presenta un Dios infinito bajando al encuentro de la persona que se mueve a ras de tierra. Dios descendiendo de tal manera que llega a fusionarse con el ser humano.
Esta experiencia de amor es la que nos hace llegar al corazón de Cristo. Por eso ya no podemos estar tristes, ni decepcionados, ni podemos tirar la toalla, porque cuando la persona, llega al encuentro con Jesús desaparecen de su vida sus intereses personales.
San Pablo nos lo dijo, con estas admirables palabras: “El amor habita en vuestros corazones por el Espíritu Santo que se nos ha dado”.
El amor cristiano, salido del corazón de Cristo, no es el que se queda en efusiones sentimentales, ni se reduce a intercambiar beneficios, sino el que se convierte en don, en gratuidad, en abandono. El que es capaz de romper las lógicas del conocimiento humano.
n En el Corazón de Jesús reside la verdad.
En medio de una vida cargada de mentira y desamor, aparece Jesús como testigo de la verdad.
La escena se sitúa en la conversación que entabla Pilatos con Jesús.
“Para eso he venido al mundo, le dice Jesús, para ser testigo de la verdad.”
Jesús es el testigo fiel, el que revela en sí mismo la verdad. La verdad de Dios y la verdad del hombre.
Sólo desde el don de la fe, que nace en el corazón de Jesús, podremos conocer la verdad, valorarla, vivirla y cumplirla.
n En el corazón de Jesús encontramos la Vida.
Jesús es el dador de vida. No tenemos nada más que abrir el evangelio para comprobarlo.
“El que venga a mí tendrá vida. Y la tendrá en abundancia.”
Él ha devuelto la vida a un gran número de personas que estaban muertas. Él ha devuelto la vida a los que se habían alejado y estaban muriendo por inanición.
Estoy segura de que, esto mismo será lo que haga en esta JMJ, devolver la vida a muchos jóvenes que viven sombríos y tristes porque no encuentran razones sólidas donde apoyar su vida.
Y es que, todavía no nos creemos que Jesús sea el Señor de la vida. Él no resucita el alma y el cuerpo por separado. Él resucita al ser humano entero. No en vano antes te devolver la vida, ha devuelto ya la fe, ha devuelto el amor, ha devuelto la integridad. Porque Jesús primero sana el corazón, luego la enfermedad.
¡Cómo impactó este procedimiento a los que estaban junto a Él!
También en la JMJ y en cualquier momento, el Señor puede devolvernos la vida a nosotros, esa vida de creyentes que tanto languidece. Esa vida de fe, esa renovación interior de búsqueda, de hacernos caer en la cuenta, de que habita en nuestro corazón.
n En el corazón de Jesús brillaba la luz.
Nosotros tenemos que ser luz. Jesús nos lo dice: “Vosotros sois la luz del mundo. No se enciende una lámpara y se oculta bajo un celemín, sino sobre el candelero, para que alumbre a todos”
Pero reconocemos que somos astros opacos que sólo podemos dar luz si la recibimos del “Astro Rey”, Dios. Por eso nuestra luz brillará más, en tanto en cuanto, seamos capaces de acercarnos al Señor de la vida.
De ahí que, este puede ser un momento precioso para tomar conciencia de que Dios está dentro de nosotros. No lo busquemos fuera porque no lo encontraremos.
Nuestra luz tendremos que encenderla en el silencio que surge del encuentro con Dios.
Nuestra luz se hará cada vez más potente en la oración. Y, desde ella, nos irá iluminando de tan forma, que la verán por donde quiera que vayamos.
El día en que, el Señor viva en nosotros su potente luz, irá destruyendo nuestra oscuridad y, nuestra vida, será como un amanecer ya que, en su luz vemos la luz.
Por eso, en este momento de oración, deja –personalmente- que el Señor te dé su visión, sus puntos de vista. Pídele que te haga ver a las personas y a los acontecimientos como Él los ve. Pídele que seas capaz de ver todo con su luz. Pues en la luz de Cristo reside el don de la fe. Y en su vida el don de la gracia.
n En el Corazón de Jesús estaba el DON.
Muchas veces nos planteamos que Jesús no tenía los pies en la tierra, que la vida es otra cosa.
Una y otra vez, resuenan en nuestros oídos, las palabras que le dijo a la Samaritana, junto al pozo: “Si conocieras el don de Dios”.
Y nos las “tragamos” sin inmutarnos, sin inquietarnos, sin desconcertarnos, como si eso no fuera con nosotros. Las acogemos sin tener la valentía de ver que el mundo de Jesús, ciertamente, pertenece a un mundo totalmente distinto al nuestro, porque la realidad del evangelio no tiene nada que ver con nuestros puntos de vista cortos y raquíticos.
Por eso, este momento de oración, ha de ser un tiempo, no sólo para escuchar, sino para tomar la decisión de poner en juego nuestra disponibilidad a fin de intentar llevar a cabo esta gran aventura.
Y podemos terminar la oración, interiorizando estas palabras de S. Pablo:
“¿Quién me separará del amor de Cristo? ¿La tribulación, la angustia, el hambre, la desnudez, el peligro, la espada? Dios, que nos ama, hará que salgamos victoriosos de estas pruebas.
Pues ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni lo presente, ni lo futuro, ni poderes de cualquier clase, ni lo de arriba, ni lo de abajo, ni cualquier otra criatura podrá separarnos del amor de Dios manifestado en Cristo Jesús, Señor nuestro”.
Así, en los momentos claves de la vida, cuando nuestras decisiones sean importantes, cuando necesitemos una mano donde apoyarnos, cuando nos tengamos que poner en camino, cuando llegue la JMJ… Seremos capaces de volver la vista hacía el Señor para decirle: ¡Sagrado Corazón de Jesús en vos confío!
Más información de la Fiesta Litúrgica del Sagrado Corazón de Jesús en http://www.aciprensa.com/fiestas/sagradocorazon/index.html
por Admin-Web-QC | May 30, 2011 | Montañeros NZRT
Vuelta a la Laguna del Duque: 18 junio 2011, 12ª marcha Montañeros de Nazaret
Salida: 10 h. Central eléctrica del Chorro (Solana de Ávila a 203 km. de Madrid y 2,15
horas de viaje).
Desnivel: 250 metros.
Distancia a recorrer, 7 km en ruta circular (unas 3 horas).
Regreso: hacia las 8 de la tarde.
Material: Botas, ropa de abrigo (¿), chubasquero, gorra, comida y agua.
Descripción: En Madrid se coge la A-6 en dirección a Ávila (115 km.). Allí bordearemos la ciudad para coger dirección a Plasencia y Cáceres por la N-110 que atraviesa el puerto de Tornavacas, (No hay que pasar el puerto).
Pasaremos por Piedrahita (famosa por su iglesia y por su plaza) y Barco de Ávila (famosa por sus alubias). De Barco a Solana de Ávila ya hay solo 10 kilómetros. Si os pasáis no hay problema pues desde la N-110 hay tres desvíos hacia Solana.
Atravesamos todo el pueblo de Solana siguiendo una pista asfaltada que en 5km llega a la Central. En algún momento hay que bajarse del coche y abrir una portilla que volveremos a cerrar. Dejaremos a un lado la Central del Zaburdón y al final, donde termina la carretera, está nuestro punto de partida. Allí hay sitio para aparcar, con buenos carteles de información de nuestra ruta.
Subiremos por el tubo que baja el agua a las turbinas. Daremos la vuelta a toda la laguna y bajaremos por otro camino.
Hay poco desnivel y de esta manera empezamos a conocer la Sierra de Gredos y a meternos por su interior. El sitio es precioso. Es verdad que está un poco lejos de Madrid pero nos permite acercarnos y conocer otro tipo de montaña.
A la vuelta podemos hacer varias cosas según los horarios (acercarnos a Candelario o dar una vuelta por Piedrahita). Ya veis que no madrugamos mucho pero nos interesa empezar a coger la medida a Gredos. En septiembre lo conoceremos un poco más.
Calculad el tiempo de viaje para no hacernos esperar unos a otros. Para asegurar el estar a las 10, convendría salir a las…. La velocidad ahora es de 110.
Siguiente Marcha: 17-18 de Septiembre
Próxima marcha: día 17-18 de septiembre al Morezón y Laguna grande de Gredos. Hay que reservar plaza en el refugio. Apuntaros donde indique el Presidente que llevará la lista de inscritos. Intentaremos reservar 15 plazas en junio para asegurar un cupo. A última hora puede que no haya plazas y las reservaría cada uno por su cuenta.
La media pensión (cena-cama-desayuno) cuesta unos 25,50 € por adulto y 19,50 € los menores; los federados 23,50€. Ya veremos a ver si hay que dar señal. Presentaremos toda la información a su debido tiempo. En el refugio Elola nos dan mantas y calzado supletorio para estar sin botas. Conviene llevar una sábana saco. Es refugio de alta montaña; no hotel ni pensión.
por Admin-Web-QC | May 27, 2011 | Rincón de Julia
LA FAMILIA Y LA CRISIS
Por Julia Merodio
Si hay una palabra repetida, en todos los entornos, donde nos situamos es la palabra: Crisis. Y si afecta a cualquier estamento de la sociedad, uno de los más afectados por ella, es sin duda: La Familia.
Entre las cartas que, a veces comparto con vosotros, hay una referente a la crisis, que ha llegado a mi correo y me dice así:
“Soy una fiel seguidora de sus escritos, sobre todo cuando tratas el tema de la familia, pues es una preocupación que siempre me ha acompañado, pero en este momento me desborda.
Mi marido se quedó sin trabajo hace varios meses y como estaba en una empresa familiar lo que le quedó del desempleo es poca cosa; pero hace un mes despidieron a mi hija de su trabajo y desde entonces nuestra vida es un infierno.
Todo esto que nos pasa nos afecta al carácter, a la relación, a la independencia… en mi casa ha pasado lo que nunca pasó, han aparecido las culpabilidades, los reproches y, cuando llegan los recibos a pagar, el desmoronamiento. ¡Qué fácil es hablar del paro sentados en una mesa en televisión, pero que difícil es levantarte, cada día, perteneciendo a esas “malditas” listas del paro y siendo asiduos a la fila del INEM”
La verdad es que he elegido un trozo, de esta intensa carta, no porque tenga palabras para aportar soluciones, a tan desoladora situación, sino para que vea, la persona que está detrás de esas líneas llena de sufrimiento, que su problema nos preocupa y estamos a su lado para compartir su situación y aunque no podamos hacer demasiado, sobre todo por la cantidad de kilómetros que nos separan, quiero que sepa que pondremos su realidad, cada día, ante el que todo lo puede:
El Señor. No obstante estamos en contacto por si es posible hacer algo más personalmente.
NUESTRO REFUGIO: LA FAMILIA
Yo creo que, algo tan destructivo como la crisis, puede servirnos para ver lo necesaria que es la familia y para enseñarnos a vivir en ella.
Es verdad que cada palabra que plasmo me hace temblar, porque sé que no es lo mismo opinar que pasar por la prueba; pero también sé que, hay situaciones en que, la persona sin familia, entraría en el absurdo.
La familia da seguridad. Todos necesitamos que, al llegar a casa, nos sintamos esperados, queridos, valorados… y, ¿quién necesita más estas deferencias, que la persona que lleva todo el día, buscando un trabajo que no ha encontrado?
Es verdad que es demasiado lo que pido, pero sobre todo las madres, no podemos rendirnos; aunque nos fallen las fuerzas, nuestros brazos tienen que seguir abiertos para acoger a los que llegan con su dolor; porque cuando no sabemos dar cariño las relaciones se empobrecen.
LA INVERSIÓN DE LOS TÉRMINOS
Llevábamos demasiado tiempo viendo, como todo evolucionaba mientras la familia se iba deteriorando; pero cuando el sistema ha caído han empezado a invertirse los términos.
Cuando el trabajo ha empezado a fallar, cuando el dinero disminuye, cuando el deterioro se adueña de la situación… la gente está volviendo a la familia; porque, lo queramos a no, cuando las cosas se ponen mal la familia siempre está ahí para: ayudar, para acoger, para compartir… ¡Cuántos hijos han vuelto a casa de sus padres al verse sobrepasados por la situación!
Por eso hoy, más que nunca, nos corresponde a nosotros, a los que no sólo hemos apostado por formar una familia sino que, además, hemos querido sellarla con un Sacramento, estar atentos a las luces y las sombras que nos rodean para: sanar, liberar, ayudar, socorrer, levantar, fortalecer… porque para eso hemos sido enviados; haciendo saber a cada familia, lo importante que es poner a Dios en el centro de la vida familiar, pues tienen que recordar que, la cuerda de tres cabos, es más difícil de romper.
También es importante aprender a amar a todos, porque sabemos que, en todas las familias, hay miembros más complicados que resultan difíciles de aceptar y es necesario cuidar los detalles que tenemos con ellos, para que nadie se sienta discriminado, ya que, normalmente, los más complejos son los que más necesitan ser queridos y escuchados.
Cada familia tiene que ser generadora de amor: acogiendo, atendiendo, perdonando… y teniendo mucho cuidado para no hacernos daño.
Tendremos que cuidar, esas palabras, hirientes que taladran como dardos; la indolencia, la indiferencia… sin olvidar nunca que una cosa son las diferencias y otra las discrepancias.
APRENDAMOS A VIVIR
Por fin os diría que tratéis de que todos los que tengan que marcharse a cumplir con su deber, “salgan de casa queridos” que no olvidemos la grandeza del afecto y lo fundamental que resulta en la vida.
Tengamos en cuenta eso que ha dicho tanta gente: “vivir es un arte” porque esto es algo que se echa de menos en nuestra “culta” sociedad, la gente sabe muchas cosas, pero ha olvidado aprender a vivir.
Por eso, los que nos une esta revista, vamos a trabajar “el arte de vivir”. Tenemos ya cerca las vacaciones de nuestros hijos. El que más y el que menos, está preparando el descanso estival; un tiempo precioso para estar juntos, para sentirnos y saborearnos, usémoslo para aprender a vivir; empleémoslo en darnos a los nuestros, a los que nos rodean, a los que van llegando… Para que al volver, a lo cotidiano, hayamos aprendido a relacionarnos en armonía, queriéndonos más, valorándonos más y agradeciendo a Dios lo que, un día, soñó para nosotros.
por Admin-Web-QC | May 16, 2011 | Montañeros NZRT
Fotos de la Excursión de los Monteñeros Nazaret, a los Siete Picos, en Navacerrada, realizada en Mayo de 2011.
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por Admin-Web-QC | Abr 30, 2011 | Montañeros NZRT
11ª marcha Montañeros de Nazaret: Siete Picos
Salida 9:30 h. Puerto de Navacerrada (60 km de Madrid) 1.860 metros.
Desnivel: 300 metros.
Distancia a recorrer, 8 km en ruta circular (unas 4 horas).
Regreso: hacia las 5 de la tarde.
Material: Botas, ropa de abrigo, chubasquero, gorro, guantes, comida y agua. Opcional: cámara de fotos.
Descripción: En Madrid se coge la A-6 y en Villalba sale la desviación al Puerto de Navacerrada. Nos juntaremos en el mismo Puerto en la puerta del Restaurante “Las dos Castillas” que está junto al famoso Venta Arias. Podremos aparcar en el gran aparcamiento del Puerto o por donde se pueda.
Iremos por la carreterilla que lleva al albergue del Ejército del Aire en donde tomaremos el Camino Schmid hasta Collado Ventoso (1.892 m.). Por una corta y algo inclinada pendiente subiremos al 2º Pico (2.089 m.). Allí cogeremos la senda que recorre todos los picos. Intentaremos trepar a la cima de alguno de ellos. Esos roquedos son el paraíso de los chicos. No podemos dejar de ver la Ventana del Diablo en el tercer pico. En algún momento el descenso es fuerte pero siempre moderado. Si no nos perdemos pasaremos por la imagen de la Virgen de las Nieves donde tendremos nuestra oración. Regresaremos a Navacerrada por la zona de esquí del Escaparate. El Pico más alto es el 7º y tiene 2.138 m.
Las vistas son estupendas sobre las dos vertientes divisándose el extenso pinar de Valsaín por el Norte y los caseríos de Cercedilla, Los Molinos y Guadarrama por el Sur.
Marcha recomendada y que hay que hacer alguna vez en la vida. Este recorrido, por los Picos y el Camino Schmid, es un clásico para los montañeros madrileños que nos dará puntos de orientación para movernos por los montes de Guadarrama. El desnivel no es grande y el paisaje encantador. Las cumbres de los Picos con sus graníticas piedras son dignas de verse y nos ofrecerán estupendos restaurantes para compartir nuestras viandas y los espárragos si los hubiere. La variedad del terreno y del recorrido hace que no les sea aburrida a los niños además de ofrecerles posibilidades infinitas de triscar por las piedras.
Por favor sed puntuales. Se tarda una hora más o menos en llegar a Navacerrada. No sé como estará el aparcamiento pues depende de la época de ski.
En caso de pérdida el móvil de Vicente es el 628 879 000 y el de J.L. Blanco 609 345 865.
Próxima marcha: día 18 de Junio a la Laguna del Duque en Gredos (desde Solana de Ávila)
Vicente Pascual S.J.
por Admin-Web-QC | Abr 30, 2011 | Rincón de Julia
EL PAPA JUAN PABLO II
UNA PERSONA MISERICORDIOSA
Por Julia Merodio
EL PAPA ERA UNA PERSONA DE CORAZÓN
Fue en la Vigilia del Domingo de la Divina Misericordia cuando el Papa hace su último viaje, el más largo, el que no tendría fin. Y será, seis años después, cuando también en el Domingo de la Divina Misericordia se reconozca su santidad y sea beatificado.
Aquel último viaje, sin duda, fue mucho más dichoso y sosegado que los anteriores que había realizado. En él se encontró con Dios y con todos los que ocupaban un sitio muy privilegiado en su alma. Pero, su corazón lo dejó en la tierra y, ese corazón misericordioso, nacido del contacto con el Señor y con la Virgen es hoy reconocido, no sólo por cuantos tuvimos la suerte de conocerlo, sino por multitud de personas de diferentes tendencias y credos.
De ahí que, la categoría de alma de nuestro querido Papa Benedicto XVI, haya querido elevarlo a los altares y reconocerlo Beato, con una premura que sorprende y que emociona a la vez. Benedicto XVI, desde esa sabiduría que lo caracteriza y, ese conocimiento que le proporcionó su cercanía a Juan Pablo II, le fue haciendo descubrir que, lo que lo definía por entero, era: Su gran corazón.
Pero, no sólo lo descubrió Benedicto XVI, todos pudimos comprobarlo.
El Papa era profundo, cercano, entrañable, comprensivo, se emocionaba con facilidad, aunque nunca dejaba de ir al fondo de las cosas y de los acontecimientos.
El corazón del Papa dejaba ver con sus actuaciones, su equilibrio, su coherencia, su lucidez, su espiritualidad, su cercanía con el Señor…
En el corazón del Papa se palpaba su profundidad, su sabiduría, su santidad, a la cual sólo se llega por pura gracia, adquirida en el silencio y la humildad de escuchar a Dios.
Por eso, desde este amor de Dios, es desde donde el Papa ha conseguido ser alguien querido y admirado por todos, sin importar su ideología ni su religiosidad.
HA SIDO EL SEGUNDO DOMINGO DE PASCUA
Son ya seis años los que, Juan Pablo II, celebra su Pascua de Resurrección, junto a Cristo Resucitado y, estoy segura de que en ellos ha experimentado lo maravilloso que es, pasar de la muerte a la Vida.
El Papa lo tenía bien merecido. Él no escatimo esfuerzos a la hora de:
- Entregar su vida para que viviésemos mejor los demás.
- Compartir su gozo, aunque a él no le aportase ningún beneficio.
- Aceptar a cada uno, de los que llegaban a él, con su realidad; sin temor a ser rechazado por no pensar como ellos.
- Sembrar la paz y la tranquilidad, aún cuando todos los acontecimientos le fueran adversos.
- Consolar a los otros, afrontando su situación personal y ayudándoles a buscar soluciones.
- Ofrecer signos de resurrección a todos los que estaba privados de libertad, de justicia, de concordia de paz…
Y esto hoy ya es posible porque:
El grano de trigo cayó en tierra, murió… y el fruto ya empieza a brotar. ¿No lo notáis?
MIRANDO AL PAPA
Siempre me ha impresionado mirar al Papa. Cuando lo he seguido en sus viajes y, mucho más cuando estuve cerca de él, al mirarlo vislumbraba:
- Un hombre tremendamente enamorado de Dios y de las personas.
- Signo de Jesucristo cabeza y pastor de la Iglesia.
- Capaz de proclamar la Palabra por doquier, regalando el perdón y ofreciendo la salvación a cuantos llegaban a él.
- Capaz de congregar en unidad al Pueblo de Dios.
- Capaz de entregar la vida por el bien de los demás…
De ahí que me pareciese que, hace falta una gran dosis de generosidad para entregar una vida. Y es que, esto no es frecuente en el tiempo y el entorno en que nos toca vivir. ¿Cómo no resultar sorprendente, la promesa de fidelidad que el Papa renovaba día tras día, en un mundo donde, precisamente, no se lleva eso de compromisos largos?
Por eso, veintiséis años de Pontificado parecen demasiados para nuestra mente que, mide y pesa las cosas con unos criterios totalmente diferentes a los de Dios y, por lo tanto, también a los suyos
Por eso, para que ello sea una realidad, es necesario creer en Alguien, fiarse de Él, adherirse a Él y hacer de la vida una ofrenda de:
- Amor.
- Desprendimiento.
- Entrega.
- Y servicio.
Y así lo hizo el Papa. Cuando llegó al pontificado era una persona joven, dinámica, deportista, fuerte. Su elección a Regir la Iglesia de Jesucristo, tenía por delante una vida recién estrenada, llena de fuerza y vigor, marcada por esa gracia especial que había recibido de lo alto. Era, esa llamada a la santidad a la que, desde lo profundo de su ser, había dicho SÍ ofreciéndose a servir, desinteresadamente, a todos sus hermanos.
Pero él, sabía bien, que para la misión que se le pedía necesitaría todas sus energías y todos sus resortes.
- ¡Qué tacto tendría que tener cuando hablase!
- ¡Qué compasivo habría de ser en su trato con los demás!
- ¡Qué generoso en su escucha!
- ¡Qué fuerte en su silencio!
- ¡Qué valiente en sus decisiones!
- ¡Qué claro en sus designios…!
Tendría que hacerse uno con Cristo, viviendo para los demás, orando con y por los demás, siendo el camino que los llevase al Padre; pues él sabía, mejor que nadie, que era: “Cristo visible en la tierra” y que el mundo necesitaba sentir el amor del Padre a través suyo.
De ahí que, todos pudiésemos comprobar que Juan pablo II fue, durante todo su pontificado: la Buena Noticia que Jesús nos había anunciado.
Fue a la vez: Mensaje y mensajero. Y pudo serlo porque un día preguntó al Señor, ¿dónde vives? Escuchando de boca de Jesús ¡ven y lo verás! Y el Papa fue y vio… aquí lo tenemos demostrado.
Lo hemos comprobado personalmente. El no lo pensó dos veces salió de sus condicionamientos y se lanzó con valentía a vivir el proyecto que el Señor le acababa de brindar, una misión que se reflejó ante nuestros ojos dejándonos atónitos de su inmensidad.
EL PAPA Y MARÍA
En la vida del Papa no podía faltar la Madre. Por eso, tenía a María en un sitio muy privilegiado de su corazón. El Papa, sabía mejor que nadie, que María ayudó a la Iglesia naciente a crecer en su comienzo, como ayudó a Jesús a crecer cuando era niño.
Y sabía que, María ayudaría, al que su Hijo había elegido para regir la incipiente Iglesia, protegiéndolo y fortaleciéndolo… porque en él estaba configurado elmismo Cristo.
Por eso María veía en el Santo Padre ese hijo predilecto y sentía por él una ternura especial y un amor profundo. Lo miraba con esa mirada, con la que sólo es capaz de mirar una Madre como ella.
Lo miraba: Con sus ojos misericordiosos.
Y le daba:
- Valentía para responder a ese enorme compromiso que había aceptado.
- Y le ayudaba a ser otro Cristo en la tierra.
El Papa lo entiende perfectamente y pone a Cristo como centro de su vida, para desde Él: ayudar a los demás, perdonarlos, sanarlos, liberarlos, pacificarlos…
— El Papa sabía perfectamente que podía cambiar al mundo y ahí está amando hasta las últimas consecuencias.
— El Papa sorprende por su capacidad para vivir en relación, para tener la esperanza de que es posible seguir avanzando un poco cada día; para enseñar con su vida y con sus palabras a vivir desde el evangelio de Jesús.
— El Papa es la persona que sabe mirar a todos, con ojos nuevos, con los ojos de Cristo, para que todos se sientan tenidos en cuenta, queridos, valorados.
— El Papa siempre ha estado atento a los síntomas de desilusión que pudieran llegar a algún rincón de su Iglesia y allí ha estado él sin rendirse, buscando la manera de ayudarle, ofreciéndole su mano de forma sincera y su colaboración desinteresada.
— Pidiendo por cualquier necesidad en público y sin miramientos, demostrándonos con ello que, todos estamos implicados en la misma tarea y que todo lo que hacemos es obra de Dios.
Nosotros lo hemos contemplado en directo porque hemos tenido la dicha de recibirlo, en nuestra patria. Él, personalmente, vino una y otra vez a visitarnos. Todavía tenemos fresca su imagen en nuestra retina, su sonrisa en nuestra mente y sus palabras en nuestros oídos. A su lado sentimos la dicha, la emoción, el entusiasmo. Lo vimos emocionar a niños, jóvenes, mayores… y no pudimos dejar de preguntarnos ¿qué tiene el Papa para que produzca estas sensaciones? Hoy lo tenemos claro El Papa tenía a Dios. El Papa, no era otro Cristo en la tierra, como solíamos decir; yo creo que el Papa era Cristo otra vez. Cristo único Pastor que ha cuidado muy de cerca de todos sus hijos.
EL PAPA ERA UN HOMBRE DE ORACIÓN
¡Qué importante ha sido la oración para el Papa!
De él sí que podríamos decir con certeza que: “Perseveraba en oración con María”
A mí me parece que si hay un ejemplo en la Iglesia de hoy, de oración y perseverancia, ese ha sido El Papa.
Siempre me ha impactado verlo en oración pero una de las veces que más huella dejó en mí fue cuando estaba en oración ante el Señor, expuesto en la Custodia, en la explanada de Fátima. Y junto al Papa, la Virgen.
¡Qué grande tiene que ser adorar al Señor junto a María! Pensé. Yo me imaginaba que a la Virgen tendría que gustarle mucho aquello que estaba pasando.
Al fondo, dos bellas imágenes, de los dos niños a los que había elegido la Madre para hacer llegar al mundo su mensaje “¡Orad! ¡Orad por la Iglesia! La Madre sabía que los niños eran los predilectos de su Hijo, por eso los eligió como portadores de la gran noticia. ¡Decid al mundo todo lo que amo a cada uno de mis hijos! ¡Decidles cómo los llevo en mi corazón! Dadles la clave para llegar hasta Cristo. Decidles que lo importante es la oración. Decidles que se dejen hacer por Él un poco cada día” Y todo esto sellado por el Papa. ¡Era conmovedor!
No puedo olvidarme, tampoco, de un testigo de excepción: Sor Lucia. Ella lo había visto todo, lo había vivido todo, y allí estaba, junto al Papa. Los dos sencillos, serenos, en silencio. ¡Qué poco se hacen notar las almas grandes! ¡Qué lección para los que queremos acercarnos a la Virgen!
Junto al Papa un grupo de niños en un signo profundo de adoración. Yo me preguntaba: ¿Cuántas veces llevamos nosotros a la iglesia a nuestros hijos? ¿Cuántas de esas veces les enseñamos a adorar, a reconocer a Cristo en el pan y en el vino? ¿Cuántas les enseñamos como han de recibirlo al comulgar? ¿Les enseñamos a valorar su amor? Deben de ser muy pocas, cuando el Papa ha tenido que elegir este momento para recordárnoslo.
Pero, como siempre, allí estaba él a nuestro lado.
El Papa estaba en oración. Al Papa lo hemos visto rezar y eso le gusta a la gente. Es doloroso no ver en oración a los sacerdotes en las iglesias. Pero el Papa oraba y lo mostraba y se le notaba.
Desde cualquier realidad el Papa nos ha gritado con su vida que era:
- Un hombre de oración y que reconocía al Espíritu Santo como primer agente de evangelización
- Un hombre de oración que, sabía muy bien, que la acción de Dios era una llamada a cada uno en su situación particular y por eso ayudaba a sus hijos a tener un encuentro personal con el Dios que salva.
- Un hombre de oración que tenía sus raíces en la tierra viva del Evangelio y tenía a Jesucristo como centro de su vida; así ofreció a todos, razones sólidas para vivir y testimonios ciertos para esperar.
- Un hombre de oración que vivía profundamente su responsabilidad a cargo de la Iglesia de Jesucristo, haciéndose cercano a todos sin querer privilegios y sirviendo a la Iglesia universal.
- Un hombre de oración, que sabía respetar como nadie el ritmo interior de cada persona, y ponía todos los medios para hacer posible el crecimiento de la semilla de fe sin forzarla ni atropellarla.
- Un hombre de oración que sembraba la paz, alegría, la Buena Noticia del Evangelio, sin importarle las dificultades, seguro de que lentamente estaba abriendo caminos al Reino de Dios entre los hombres.
- Un hombre de oración que estaba siempre atento a la voz del Espíritu, viviendo como hombre nuevo, sintiéndose, desde su humildad, instrumento de Dios y siendo para quienes lo hemos contemplado imagen de Cristo vivo; capaz de hacer florecer lo impensable; y llevando a Dios a cuantos se cruzaron en su camino.
Y aquí está la certeza de este momento:
El Papa hizo visible la novedad de Dios, porque trabajó sin desfallecer las profundidades de su corazón.
por Admin-Web-QC | Abr 14, 2011 | Rincón de Julia
LA SEMANA SANTA
Por Julia Merodio
Al ponerme a preparar la oración, para la Semana Santa de este año, me parecía preciso dar un giro a lo normalmente presentado en años anteriores y para ello pensé que, sería bueno, nos la presentase alguno de los que la vivieron junto a Jesús. Pero ¿a quién elegir?…
Pues… elegiría al que menos gente optase por él; elegiría a Judas.
Así, cuando Judas ve que las cosas empiezan a ir mal y que Jesús tiene ya una condena firme, aún dentro de su desesperanza, recuerda, por última vez, la etapa final de su vida al lado de Jesús.
DOMINGO DE RAMOS
-Habla Judas-
El viaje a Jerusalén estaba preparado para el domingo siguiente. Todo funcionaba como estaba previsto. Yo tenía “el tema” bastante consolidado; aprovecharía la estancia en la ciudad para ultimar las cosas.
La noche del sábado dormimos en Betania y saliendo al día siguiente para la Ciudad Santa, haciendo el recorrido por el mismo camino que lo habíamos hecho el día anterior.
Había mucha gente. La Pascua era ya inminente y muchas caravanas subían a Jerusalén por el mismo sendero que nosotros.
La gente mostraba alegría, mientras en el rostro de Jesús se percibía una mesura no acostumbrada. Sin saber por qué, la situación comenzaba a inquietarme.
De repente se presenta un hecho inesperado. Jesús llama a dos de los que íbamos con él y les da el siguiente encargo:
“Id al pueblo que tenéis delante y, en cuanto entréis, hallaréis un asnillo atado, sobre el que ningún hombre cabalgó jamás. Desatadlo y traedlo.
Y si alguien os dice: ¿Por qué hacéis eso? Decid: “El Señor lo necesita y enseguida os lo devuelve” (Mateo 21, 2 – 4)
Cada sorpresa que Jesús me daba, inquietaba mi alma de manera especial. Él, que siempre había rechazado los honores, ahora, hasta parece que los busque o, al menos, los consienta.
La entrada en Jerusalén me dejó perplejo. La gente lo esperaba, lo aclamaba, le gritaba… haciéndole aclamaciones de rey.
Ante Él: se arrodillaban; tiraban los mantos para alfombrar el camino; con las manos llenas de palmas y ramos de olivo, lo vitoreaban, lo glorificaban, lo engrandecían… gritaban ¡Hosanna! ¡Hosanna, al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor…!
Tengo que confesar que la escena, me asustó más que las veces anteriores. ¿Estaría equivocado? ¿Sería realmente un rey y ahora que empezaba a reinar era yo el que me alejaba de Él?
Sin embargo, al ver a Jesús tan sereno y sosegado, me tranquilizaba; pero, aquella gente exaltada, me preocupaba cada vez más.
Puede que no fuesen demasiados como para competir con la guardia de Herodes. Pero… ¿y si se les empieza a unir el pueblo? ¿Qué suerte correré yo? Si no van a tener consideración con Él, -que no ha hecho nada malo-, ¿por qué habrían de tenerla conmigo?
En mi mente daba vueltas y vueltas mi proyecto. Y, aunque mi corazón estaba ya lejos de Él, mi cara reflejaba la inquietud y el desasosiego… tanto que, incluso alguno de mis compañeros, me preguntaron ¿Judas qué te pasa? ¡Tienes mala cara!
Reconozco que contesté de forma más agresiva que de costumbre. Todo en mí había empezado a desequilibrarse.
Al caer la tarde volvimos a Betania, pero mi pensamiento seguía en la escena de la mañana. Veía a Jesús montado en aquel pollino –de forma ridícula-
…¿Y si fuera rey como dice? ¡Imposible! Usaría caballos como los soldados del gobernador… Y su reino… ¿dónde está ese reino del que nos habla?… Definitivamente es, como todos, ¡un embaucador!
PARA LA REFLEXIÓN PERSONAL
Si normalmente silenciamos la mente para introducirnos en la oración, hoy lo hemos de hacer de una manera especial.
Hemos llegado a la Semana grande. Una semana donde el hilo conductor ha de ser la Pasión de Cristo. No es que hayamos olvidado que todo ello desembocará en la resurrección pero, no podemos eludir, que para resucitar, es necesario morir antes.
Podemos tomar para nuestra oración los siguientes textos:
Marcos 10, 33 – 34. Juan 7, 6 – 7. Isaías 53, 11 – 12
No los leamos de pasada. Dejémonos empapar por su enseñanza y luego permanezcamos largos ratos junto al Señor, para que Él los grabe en nuestro interior.
Este año vamos a observar el comportamiento de Judas. Sé que sonará novedoso pero también su manera de actuar tiene mucho que decirnos.
En primer lugar, hemos de tomar conciencia de que, Judas fue llamado por Jesús, como todos los demás. Su respuesta fue afirmativa. Se unió al grupo de discípulos. Lo seguía. Vivía con Él. A su lado empezó a quererlo…
Es posible que ahora tengamos que recordar las palabras de Jesús: “Os digo que, muchos son los llamados y pocos los elegidos…”
Pero hay algo muy significativo y que ocurre con más frecuencia de la que nos gustaría; hay personas que buscan a Dios y personas que lo utilizan. De ahí que cada uno tendremos que preguntarnos personalmente ¿a cuál de los dos grupos pertenezco yo?
– ¿Por qué respondí afirmativamente a la llamada de Jesús?
– ¿Qué buscaba al hacerlo?
– ¿Lo sigo de forma incondicional, o pongo alguna condición?
– ¿Lo amo de igual forma cuando sus actitudes no coinciden con las mías?
A pesar de la aversión que tengamos por Judas, no despreciemos lo que nos enseña su cercanía al Maestro. ¡Quizá pueda decirnos más de lo que nos parece!
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LOS DÍAS INTERMEDIOS
De nuevo habla Judas
Aquella noche fue la noche más larga de mi vida. La oscuridad del cobertizo me taladraba; es más, hasta el brillo de las estrellas me resultaba molesto. Yo, que lo seguí porque pretendía billar, ahora me encontraba en esa densa oscuridad de la que huía. ¡Ciertamente, me sentía fracasado!
Con tantas horas de insomnio me dio tiempo a repasar el tiempo que había pasado junto a Jesús.
Me sorprendía: mi alegría en el primer encuentro, mi afán por seguirle, lo fantásticas que me parecían sus obras… sin embargo, siempre hubo en mí un trasfondo que me interrogaba.
Y yo ¿por qué lo había seguido? Al principio me ilusionaba salir de mi trabajo, de mi esclavitud; más tarde, al ver su porte, empecé a sentir hambre de fama, de riqueza… Él podía hacer lo que se propusiese. Igual multiplicaba panes, que curaba enfermos… que resucitaba muertos. Creo que, lo de ver a Lázaro salir del sepulcro me superó. ¿Se estaría apoderando de mí la envidia? ¿O me acobardaba observar que ya iban a por Él?
Me levanté nada más ver las primeras luces. Hice tiempo a que salieran los demás. Jesús, de nuevo, se puso en marcha.
Volvimos a Jerusalén. Como ya era martes la muchedumbre del templo había crecido, en los peregrinos se apreciaba el cansancio y el sueño; pero, sobre todo, la suciedad del polvo del camino.
En el momento que la gente vio aparecer a Jesús, empezó a correr la noticia como la pólvora. El gentío se habían ido enterando de lo que había pasado el domingo y todos querían conocerlo, fuese como fuese.
Al contrario que la gente, los fariseos y saduceos, parecían inquietos. No sabían qué hacer para desmontar la autoridad de Jesús y dejarlo en ridículo. Sigilosamente se le acercan y la pregunta no se hace esperar: ¿Con qué autoridad haces estas cosas? (Mateo 21, 23) -Se refieren a la expulsión de los mercaderes del Templo-
Jesús los sorprende, otra vez, con una nueva pregunta que, lejos de doblegarlo, los ridiculiza a ellos.
Los contrarios se van. Hay risas entre la multitud.
Mientras mis compañeros, se sintieron aliviados y orgullosos del jefe, yo me sentí fatal. A mí, esas cosas, ya no me hacían demasiada gracia.
Aunque ya había tenido mis primeros contactos con los representantes de los sacerdotes, no tenía nada decidido; es verdad que la traición ya había nacido en mi alma; pero, de nuevo, me llegaron las dudas. Al ver que Jesús triunfaba otra vez, consideré necesario que habría de jugar mis bazas con mucha cautela. Por eso, decidí esperar y me alegré de no haberme precipitado.
Mientras tanto, Jesús seguía imparable; no dejaba de predicar y desenmascarar a cuantos se le acercaban para tentarle. A medida que pasaba el tiempo, me convencía más de que, Jesús parecía leer la mente de sus enemigos. ¿Y la mía? ¿Podrá leer mi mente? ¿Sabrá lo que pienso?
A medida que Jesús increpaba a los fariseos, veíamos con más claridad que el desenlace sólo podía ser la muerte.
Pero… ¿y si fuese el triunfo? Había tal desconcierto dentro de mí, que ya no tenía claro si Jesús sería un Rey o una víctima.
Como me interesaba estar bien informado de lo que hacía Jesús, procuraba estar siempre en el corro de los más próximos a Él y, sinceramente, eso de tratar así a los representantes de Dios y de la ley me parecía excesivo. Era como si de repente su cabeza se hubiera trastornado………
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