por Admin-Web-QC | Sep 17, 2010 | Rincón de Julia
MARÍA, LA LLENA DE GRACIA, Por Julia Merodio
“El Ángel, entrando en su presencia, dijo: No temas María, porque has hallado gracia delante de Dios” (Lucas 1, 30 – 31)
TODO ES GRACIA
Son tantas las personas relevantes que han predicado, escrito y hablado sobre “María: la llena de gracia” que, cualquier cosa que se pudiese añadir sobre ello, siempre será una reiteración. Pero quizá, lo que no se haya hecho tantas veces, es detenernos a pensar que Dios también nos dice eso mismo a nosotros, aquí y ahora. Por eso sería bueno que hoy, junto a la Madre, nos detuviésemos a escuchar la misiva del Ángel diciéndonos a cada uno personalmente: La gracia de Dios siempre está contigo.
Cuando pienso en María me doy cuenta de que, desde el momento en que las palabras del Ángel resonaron en sus oídos, su vida daría un giro total y es que no podía ser de otra manera. María estaba abierta a la acción de Dios; María se había vaciado por dentro, había dejado hueco para que la Palabra tomase posesión de su ser, de su vida, de su realidad.
De ahí que su existencia se convirtió en alegría y canto, en acción de gracias, en abandono a la voluntad de Dios, en criatura nueva… María creyó de verdad las palabras del Ángel; sin hacer preguntas, sin poner objeciones, sin turbarse… María asintió entregándose por entero a la voluntad de Dios.
Sin embargo, este proceder que tanto nos sorprende, esta conducta que nos parece algo lejano a nosotros, se repite aunque nuestros sentidos atrofiados sean incapaces de percibirlo. Nosotros pensamos, más de una vez, que María era especial, que no estaba hecha de nuestra naturaleza, que algo distinto habría en ella… por eso, lejos de imitarla nos conformamos con admirar sus virtudes y asombrarnos de ellas.
Pero la Madre no quiere que la admiremos quiere que, como ella, acojamos a Dios en nuestra vida, lo insertemos en nuestra conducta, le dejemos tomar la iniciativa y que en todo hagamos, lo que Él nos diga.
Por eso este año, quisiera invitaros a que en esta semana en que se celebra la Natividad de María, nos acerquemos a la Madre y le pidamos que nos ayude a acoger la gracia, como ella la acogió.
Porque, aunque queramos ignorarlo, La gracia de Dios está con nosotros y es, realmente importante que nos lo creamos para que, como María, nos sintamos junto al Señor, en cualquier circunstancia en que nos encontremos.
– ¡Qué fantástico sentir la gracia de Dios al compartir los acontecimientos con nuestros seres queridos!
– ¡Qué magnifico sentirla al pensar en nuestros amigos!
– ¡Qué agradable dar un buen paseo, sintiéndonos bendecidos por el Señor!
– ¡Que tranquilizador sentir la gracia de Dios en un momento de apuro!
– ¡Que sanador sentirla cuando alguna enfermedad nos visite!
Si fuésemos capaces de creernos de verdad que, la gracia de Dios nos envuelve la acogeríamos con la misma fuerza con que la acogió María; y esa gracia nos llevaría, como a ella, a vivir nuestra existencia con gozo, con esperanza, con satisfacción, con ilusión, con agrado…
Ante el Señor –en oración personal-
Después de silenciarme, abro mi mente para acoger la gracia y me doy cuenta de que ese don está siempre disponible para todos sin excepción, porque la gracia es la expresión del amor de Dios y puedo contar con ella tanto cuando me siento bien como cuando me siento mal; tanto cuando me siento satisfecho como cuando me siento agobiado; tanto cuando estoy sano como cuando estoy enfermo… Porque esa gracia se formula en mí de multitud de maneras, se expresa: como consejera, como bienhechora, como alivio, como protectora… y cuando soy capaz de acogerla me deja un sentimiento profundo de unidad con el Señor, ayudándome a abrir la mente y el corazón para sentir su amor y su bondad.
Tomémonos tiempo para hacer está oración y el sosiego llegará a nuestro interior.
LA GRATITUD DE MARÍA
Cuando una persona se siente agraciada, sus actitudes llevan el marchamo de la gratitud. De ahí que, la vida de María, fuese reconocimiento y correspondencia a la generosidad que Dios había tenido con ella.
María, sabía bien, que Dios es la fuente donde se funden todas las bendiciones y que, por tanto, es imposible beber en la fuente de Dios sin que surjan en el interior sentimientos de gratitud.
Normalmente, a todos nos enseñaron de niños, a ser agradecidos y eso nos lleva a dar las gracias cuando nos hacen un bien; pero, posiblemente, no hayamos tenido tiempo de silenciarnos para darnos cuenta de que, aunque la fuente de donde fluyen todas nuestras bendiciones sea Dios, cada persona es el canal que Él utiliza para que fluyan y lleguen a cada uno de nosotros.
Por tanto no puede estar más claro. María es el canal, -el inmenso canal- que Dios quiso utilizar para que su gracia fluyese hasta llegar a cada uno de nosotros.
Es ciertamente grandioso pensar que, si la gracia de Dios se manifiesta en nosotros, la inmensidad de dones que tenemos –tanto los que se ven como los que no se ven- tienen su origen en Él.
Solamente hace falta silenciarnos y sosegarnos para experimentarlo, momento a momento, situación en situación, circunstancia en circunstancia… Todos hemos experimentado que, cuando a nuestra vida llega algo que nos disgusta , algo que nos desborda y se va solucionando como queríamos es porque hemos ido a la fuente donde se encontraba la solución y, normalmente, hemos ido a ella, por medio de María, la Madre; hemos ido por medio del canal donde fluye tanta bendición.
Creo que ya lo tenemos un poco más claro. Necesitamos sentir la gratitud como la sintió ella al darse cuenta de que el Señor había hecho obras grandes a través de su pobreza.
Momento de Oración.-
Volvemos a silenciarnos. Cerramos los ojos e interiorizamos la escena de estar junto a María. Junto a ella nos relajamos y dejamos que nuestro ser sienta su protección.
Después, a su lado, nos acercamos a la fuente de Dios, donde se hallan las infinitas gracias.
Dejamos a un lado nuestros pensamientos negativos, nuestro desánimo, nuestros agobios… y dejamos fluir, por nuestra mente, todo el bien que ha rodeado nuestra vida. Sin prisa, sin hacer juicios… vamos trayendo a la mente situaciones concretas.
Si los acontecimientos negativos nos siguen acompañando y no somos capaces de entrar en ese bien recibido, -que sin duda a todos nos ha alcanzado- le decimos a la Madre que sea ella la que le pida al Señor que nos los muestre y tranquilamente vamos dando gracias por tantos beneficios.
Podemos terminar diciendo esta oración:
A TI, MADRE
A Ti que eres Madre y Virgen,
a Ti quiero yo cantar,
las melodías del alma
que hoy deposito en tu altar.
Me protegiste en la infancia,
cuidaste mi madurez,
y hoy alientas mi familia
con esmero y calidez.
Eres la madre del pueblo
eres custodia y altar,
eres calor y perfume…
eres fuerza y libertad.
Eres, desde cada ermita
faro, reseña y blasón,
eres la Reina que ama
y ofrece su protección.
Tu voz, siempre suena a vida,
tu amor a fraternidad,
tu esperanza a sentimiento,
tus susurros a cantar.
Quiero que ensanches mi voz,
para poderte rezar,
que mi fe la fortifiques
y aumentes mi caridad.
Quiero que dentro de mi alma
los pobres hallen lugar,
los que sufren el consuelo
y los que luchan la paz.
Quiero poner evangelio
en mi vida, en mi interior
y quiero que Tú me enseñes
a mostrarle al mundo a: DIOS.
por Admin-Web-QC | Sep 1, 2010 | Montañeros NZRT
Fotos de la Segunda Excursión de los Monteñeros Nazaret, al Valle de la Fuenfría, en Mayo de 2010.
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por Admin-Web-QC | Sep 1, 2010 | Montañeros NZRT
Montañeros Nazaret: 11 de Septiembre, marcha a Peñalara
Se acabó el verano (para cassi todos) y en mayor o menor medida venimos descansados y con ganas de empezar el nuevo curso…
Que mejor actividad para este comienzo de curso que una excursión por la montaña de Peñalara, donde coger energías y renovar el espíritu de cara a la nueva temporada!
Así que ya sabeis. A todos los aficionados al campo y la montaña:
El sábado día 11 de septiembre, inauguraremos el curso con la primera marcha a Peñalara.
En los siguientes ficheros podeis ver las otras marchas previstas hasta el final de año (aqui) y el mapa de la excursión a Peñalara (aquí).
Igual que en las anteriores marchas pueden participar chicos/as. En los ficheros adjuntos, horarios, punto de encuentro, itinerario (ruta 1) y normas.
Confirmar previamente la asistencia a presidencia@matrimoniosnazaret.es para controlar la marcha.
Animaros porque es una experiencia preciosa y se pasa un día fenomenal.
Un abrazo!
por Admin-Web-QC | Abr 24, 2010 | Montañeros NZRT
Fotos de la Primera Excursión de los Monteñeros Nazaret, a Cuelgamuros, en abril de 2010.
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por Admin-Web-QC | Mar 30, 2010 | Montañeros NZRT
El sábado 22 de Mayo realizaremos la segunda marcha de este nuevo grupo de montañeros y dado el éxito de la anterior, a pesar de las dificultades climatológicas, esperamos que esta resulte igual de satisfactoria para todos los que participemos.
Esta 2da marcha será por el Valle de Fuenfría y el Mirador de los Poetas.
Os agradeceríamos que todos los que os animéis a participar lo confirméis con antelación al mail presidencia@matrimoniosnazaret.
La primera salida
El día 18 de Abril fué la primera salida de Montañismo para los miembros de la Comunidad de Nazaret. La salida fué a Cuelgamuros y se visitaron varias estaciones del Vía Crucis Incompleto (que termina como es lógico en la Gran Cruz del Valle).
Podeis ver el artículo de esta salida a contnuación, y las fotos, en FOTOS. (para ver las fotos teneis que estar registrados)..
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Montañeros de Nazaret: Marcha a Cuelgamuros
Excursión programada: excursión realizada
El domingo 18 de abril, tal como estaba programado, realizamos la primera marcha de Montañeros de Nazaret. El tiempo lluvioso y bastante encapotado no fueron obstáculos para que un numero notable de los montañeros que habían mostrado interés en esta nueva actividad, estuvieran a las 10 de la mañana como un clavo, en el punto de encuentro acordado a la orilla del bonito embalse de La Jarosa.
Después de prepararnos para combatir las inclemencias del tiempo, iniciamos el ascenso hacia alguna de las Estaciones del Vía Crucis que se empezaron a construir en el valle alrededor de los montes que bordean la Basílica y la Cruz de los Caídos. Las vistas que entre las nubes podíamos ver de vez en cuando de la Cruz, eran una maravilla. El olor de los pinos mojados y el ruido de los arroyos con aguas cristalinas que bajaban repletos de agua, constituían un verdadero espectáculo que nos hacia olvidar los esfuerzos de la subida. Jaime y Pablo (hijos de Gemma y Rafa) nos hacían reír con sus ocurrencias y ayudaban a marcar el camino, manteniendo el espíritu muy alto. Vicente Pascual que además de un genial jesuita es un experto montañero, nos hacía de perfecto guía y gran acompañante con su magnífico y fino humor, consiguiendo que casi sin darnos cuenta llegáramos a la cima de la séptima Estación, que tiene construida una capilla y es el punto más alto del valle, sirviendo en verano de punto de observación para el control del fuego. Subimos más de 600 escalones y la vista, a pesar de la lluvia, era espectacular, merecía la pena el esfuerzo.
Descansamos un poco, contemplando una naturaleza insultante, tomamos unos cuantos frutos secos para reponer fuerzas e iniciamos el camino, con más escalones de granito perfectamente cortado y nos dirigimos hacia la sexta y quinta estación. En el camino tuvimos la suerte de contemplar un tremendo buitre volando majestuosamente, que seguramente estaba localizando su caza. La envergadura de la rapaz y el vuelo tranquilo y acompasado era una recompensa a nuestro esfuerzo.
Junto a la quinta estación, parada técnica para reponer fuerzas. Como en ese momento no llovía, lo hicimos al borde de las escaleras que daban acceso a la plataforma contemplando más naturaleza serrana. Sacamos cada uno nuestros bocadillos de las mochilas, empezamos a comerlos y Javier Blanco nos sorprende con una tapitas de lomo extremeño que estaba estupendo, pero la cosa no para ahí y al final Pilar y Carlos Nieto aportan unos riquísimos flanes, Gemma toblerone del tamaño máster y Javier cierra el evento con unos bombones Ferrero Rose y una copita de un Oporto maravilloso que nos entona para el descenso.
En la bajada, Vicente organiza un campeonato de 2 equipos, capitaneados por Jaime y Pablo, para acertar con piñas a un determinado árbol y casi sin darnos cuenta, después de cruzar un arroyo con cierta dificulta llegamos al punto de salida.
Cansados pero contentísimos de la experiencia, nos tomamos un cafetito en el kiosco de partida y organizamos la próxima marcha a la que nos conjuramos todos en asistir. Ha sido una excursión fantástica, hemos disfrutado de unas preciosas vistas y de una exuberante naturaleza y sobre todo lo hemos pasado fenomenal!
por Admin-Web-QC | Mar 25, 2010 | Rincón de Julia
ORAR LA SEMANA SANTA ….. Por Julia Merodio
Entre los materiales que otros años he ofrecido y que este año os ofrecerán, encontraréis: algún Vía crucis, alguna Hora Santa… Por eso querría cambiar un poco y ofreceros la oración con las cinco llagas; pero no sólo para el Viernes Santo, como cree la religiosidad popular, si no para orarlas durante toda la semana y si fuese durante todo el año, pues mucho mejor.
Para ver el Documento completo, Click Aquí.
Os deseo que esta Semana Santa, sea especial de: cercanía al Señor, de silencios prolongados, de interiorización, de dejar que el Señor actúe en nuestra vida…
Os deseo que sea una Semana…”Realmente Santa”
Julia Merodio
por Admin-Web-QC | Feb 16, 2010 | Rincón de Julia
Remitido por Julia Merodio, Eq. 32
Uno de los tiempos fuertes de la liturgia, que todavía tiene un gran arraigo en el pueblo, es la cuaresma.
El próximo miércoles será “Miércoles de Ceniza” y con él daremos entrada a este tiempo de conversión, de revisión y de cambio. Por eso hoy quiero dirigir mi oración a situarnos en el umbral de la cuaresma, haciéndonos presente ante el Señor para que Él nos tome de la mano y nos introduzca en el corazón del desierto, en la aridez de la penitencia, en la perseverancia de la escucha, en la generosidad de la limosna y en la fuerza de la oración.
Hemos de tomar conciencia, un año más, que la cuaresma no es un tiempo deprimente y triste, sino un tiempo de afirmación, de madurez, de equilibrio, de revisión de vida, de fuerza de Dios. Un tiempo, por tanto, alegre y regenerador.
Y la petición para toda esta cuaresma será: Ven Espíritu Santo ilumina nuestro interior para que con tu luz, nos miremos por dentro y en una profunda actitud de escucha nos preguntemos: ¿Qué quiere Dios de mí en esta cuaresma?
Podemos empezar tomando para nuestra oración, estas palabras del profeta Ezequiel:
“Entonces Él me dijo: profetiza al espíritu, profetiza, hijo de hombre, y di al espíritu: Esto dice el Señor: Ven de los cuatro vientos y sopla sobre estos muertos para que vivan. Profeticé, como el Señor me había mandado, y el espíritu penetró en ellos, revivieron y se pusieron en pie” (Ezequiel 37, 9 – 11)
Para entrar con una actitud dócil a este tiempo tan privilegiado, lo primero que haremos, será:
- – Recibir la Ceniza con humildad.
Nos acercamos al Señor porque nos sentimos necesitados de conversión, de perdón; necesitamos ponernos en camino hacia la Casa del Padre; necesitamos romper todo lo que nos ata y vacíos de todo echarnos en sus brazos.
El signo de todo ello:
La imposición de la ceniza.
Nos conducen a la interioridad, las palabras del sacerdote:
Conviértete y cree en el evangelio.
Pero ¿cuál es la ceniza que Dios quiere?
-
Que no nos consideremos dueño de nada, sino simplemente administradores.
-
Que apreciemos el valor de las cosas sencillas.
-
Que no nos gloriemos de nuestros talentos, sino que con ellos edifiquemos a los demás.
-
Que no nos deprimamos ni nos acobardemos, porque Dios es nuestra victoria.
-
Que no nos creamos grandes ni santos, porque santo y grande sólo es Dios.
-
Que valoremos más la calidad que la cantidad.
-
Que estemos abiertos siempre a la esperanza.
-
Que amemos la vida y la defendamos.
-
Que no olvidemos que “en Dios vivimos, nos movemos y existimos.”
De nuevo un texto para la oración:
“Vosotros que erais esclavos del pecado, habéis obedecido con el corazón la doctrina trasmitida, y libres del pecado os habéis puesto al servicio de la salvación, en busca de la plena consagración a Dios” (Romanos 6, 17 -19)
Lo segundo será: el Ayuno.
De nuevo miraré en qué baso yo mi ayuno y cuál es el ayuno que Dios quiere. De forma personal, oiré dentro de mí:
-
Revisa lo que das para los necesitados.
-
Observa si eres capaz de darte tú; de dar tu tiempo, tus conocimientos, tu alegría, tu simpatía, tu amor.
-
Mira a ver si tienes hambre de lo auténtico, de lo que no pasa, de lo que no se puede comprar ni vender, de lo que hace crecer, de lo que te hace hombre.
-
Revisa tus compromisos, en especial el de tu vocación como sacerdote, religioso, padre-madre, esposos, hijos… Observa qué haces para cuidarla, para hacerla crecer; cómo la pones al servicio de los demás, y, sobre todo, dónde la apoyas para darle vida ¿En el Señor o en los afanes del mundo?
-
Toma conciencia si de verdad encuentras en los hermanos el rostro de Cristo. Sobre todo, en los marginados, en los pobres, en los que te caen mal, en los que se han enfadado contigo, en los que te siguen ofendiendo, en esos cercanos a ti que te exasperan…
-
Revisa tu fe y tu confianza en el Señor y mira si de verdad son tan grandes como para esperarlo todo de Él.
Texto para la oración:
“Tú cuando ayunes, perfuma tu cabeza y lávate la cara, para que los hombres no se den cuenta de que ayunas, y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará” (Mateo 6, 17-19)
Lo tercero será: la Abstinencia.
Y la abstinencia que Dios espera de mí, unido a mucho más es:
- Que no sea esclavo del consumo de la comodidad de la moda.
- Que revise mi tiempo y descubra todo el que dedico a la televisión, a las diversiones, a lo que me gusta. Y mire, también, el tiempo que le dedico a Dios y a los hermanos (familia, esposo/a, hijos…).
- Que me abstenga de hacer daño a los demás con palabras hirientes, gestos, indiferencias, olvidos, difamaciones…
- Que respete a todos aunque no piensen como yo quisiera, aunque no lo merezcan, aunque no esté de acuerdo con sus decisiones.
- Que cada día vaya creciendo en libertad y que sólo uno sea mi Señor: Cristo.
Texto para la oración:
“El que quiera venir conmigo que renuncie a sí mismo, que cargue con la cruz de cada día y me siga. Porque el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que la pierda por mí, la salvará” (Lucas 9, 23 – 25)
Desearía, que esta Cuaresma, tenga una connotación especial, para cada uno de nosotros: que mostremos los frutos que hemos adquirido durante este año que Dios nos ha regalado y que vivamos llenos de gozo esta nueva oportunidad que se nos regala para reconocer, a Jesús, como cimiento de nuestra vida.
Os invito en este tiempo: a revisar vuestro pasado, a vivir en profundidad vuestro presente y a abrirnos con confianza al futuro. Pero sobre todo os invito a mostrar nuestro agradecimiento por todo lo que en cada momento recibimos de nuestro Padre-Dios.
Por Julia Merodio.
por Admin-Web-QC | Ene 11, 2010 | Rincón de Julia
LA FAMILIA: LEGADO GENERADOR DE VIDA Por Julia Merodio, Eq. 32
Después de ver la Vida en ese Niño del Pesebre, cualquier resquicio de vida toma una dimensión indescriptible. Mirando a María te das cuenta de que, cuando se ha tenido la suerte de engendrar un hijo, lo de ser familia adquiere otra dimensión.
No escatimas esfuerzos para que el niño esté bien, para que nazca sano, para que llegue a término la gestación… pero cuando recibes el don de tenerlo en brazos por primera vez, te inunda el asombro y el gozo a la vez.
¡Qué sentiría María al contemplar a su hijo por primera vez! ¡Qué sensaciones descubriría, al ver que era como todos los demás niños, que no tenía ninguna característica especial, a pesar de lo que le había dicho el Ángel!
Me imagino que, como cualquier madre, se preguntaría: ¿Cómo puede formarse un ser humano sin que nadie lo regule, lo ajuste, lo dirija, lo forme…? ¿Cómo puede tener cada órgano, cada hueso, cada músculo, cada nervio…? ¿Cómo puede funcionar todo, con un acoplado perfecto, sin necesidad de controladores?
Pero todavía queda más: ¿Qué ha pasado en el corazón de esos padres para que amen, de manera tan singular, a una criatura incipiente, sin poner condiciones? Y ¿qué ha pasado en el interior del Bebé, recién nacido, para que conozca a sus padres, de modo que, los distinga de todos los demás cuando lo cogen en sus brazos? Al contemplar la escena del nacimiento, empiezas a descubrir lo que encierra “ser querido, deseado, amado” Yo creo que todos tendríamos que partir de aquí, de lo más singular, para acoger y gritar a todos la importancia de la familia.
La familia es el sueño de Dios. Él, le dio prioridad a todo lo demás, cuando decidió crear a la humanidad; y es en cada Navidad, cuando nos damos cuenta de que Dios quiere reiterar su sueño, al decidir venir al mundo y tomar carne mortal, como la nuestra, apostando de nuevo por la familia. Así lo comprobamos:
- Jesús nace en el seno de una familia.
- Saborea, en familia, lo que es realmente amar de verdad.
- Y en ella desarrolla sus capacidades durante 30 años. Aprende a
- Obedecer.
- Trabajar.
- A respetar.
- En ella recibe la cultura adecuada a su tiempo. Una formación, humana, sólida y fuerte.
- Y en ella aprende a orar.
Nosotros también hemos apostado por la familia y no escatimamos esfuerzos para que se consolide, para que prospere, para que se fortifique… porque vemos que está amenazada en grado sumo. No hace falta nada más, que echar una ojeada por el entorno para comprobar, con estupor, que la familia, de hoy, vive desasosegada. Con amplios horarios; con un bombardeo de amor sensacionalista por parte de los medios de comunicación; con la exigencia de amarse a sí mismo, olvidando a los demás y pasando por alto la exigencia del respeto; y lo que es peor, parece que el futuro no se observa demasiado halagüeño.Sin embargo, es asombroso que, en medio de tanta desolación, Dios vuelva de nuevo a salvarnos.El Señor sabe, mejor que nadie que la familia tiene que calmarse. Que la familia no tiene tiempo de ser familia. Dios sabe que la familia de hoy, gasta el tiempo que le ha concedido para ser feliz, en correr tras una felicidad que no halla; porque la ha confundido con el placer.
Por eso:
- La familia de hoy tiene que aprender que, la felicidad. no se encuentra huyendo de los compromisos, sino asumiéndolos y realizándolos.
- La familia necesita aprender a mirar, a contemplar, a valorar, a descubrir, a aceptar el misterio…
- La familia necesita juntarse, palparse, saborearse, sentirse…
- La familia necesita dejar, a Dios, vivir en su centro para tener vida y vivirla en el amor.
- La familia necesita volver a los orígenes, al primer encuentro, al lugar del enamoramiento… a, ese Paraíso, donde Dios paseaba a su lado, al caer de la tarde.
- La familia necesita sentir su precariedad y darse cuenta de que se ha apartado de Dios y se siente sola, desarropada, desasida… No tiene donde apoyarse.
- La familia necesita volver a la fidelidad.
Porque cuando se es fiel a los compromisos, cuando se vive en el amor, experimentas la libertad de mostrarte como eres; no tienes que tapar nada, no necesitas divorcio Express, ni supuestos del aborto… porque todo fluye desde el amor.Hoy, día de la familia, tenemos que adquirir el compromiso de estar a la escucha de esa voz interior que nos delata, cuando hacemos algo que no está bien. Esa voz que nada ni nadie, puede ahogar y nos golpea cuando no somos coherentes con lo que hemos prometido. Pero dichosos, nosotros, si al oírla somos capaces de ponernos en pie y decir: ¡Aquí estoy! ¡Quiero rectificar! ¡Quiero tomar de nuevo la decisión de amar! ¡He optado por ser familia!
EL SACERDOTE Y LA FAMILIA
“La Palabra de Dios presenta a la familia, como la primera escuela de la sabiduría. Una escuela que educa a los propios miembros en la practica de esas virtudes que conducen a la felicidad auténtica y duradera” Benedicto XVI
Quizá parezca raro que, en el día de la familia, guarde un apartado para hablar sobre los sacerdotes, pero no debemos olvidar que estamos en el Año Sacerdotal y que la familia ha de ser donde se amase y se cultive la semilla de las vocaciones. Todo lo significativo de la vida: las grandes decisiones, las opciones reveladoras, las elecciones importantes… tienen un largo proceso; por lo que es natural que, algo tan sublime como ser sacerdote, también lo tenga. El proceso tiene un inicio, un comienzo, un instante en el que se decide el camino a seguir.
Es ese momento en el que se descubre que algo pasa por dentro y que, aunque no se sea capaz de definirlo, intuyes que debes prestarle atención; a ello seguirá un largo transcurso en el que tendremos que trabajarnos, ya que, en la vida nada se nos da hecho; a nosotros nos corresponde: percibirlo, encauzarlo, trabajarlo, seguirlo…; y, como es lógico, también el sacerdote tendrá que pasar por ello; porque, el sacerdote: no nace, se hace. Y, el primer sitio, donde se empieza a fraguar esa realidad, es en la familia.A nadie le resulta ajena la importancia que tienen los padres, en la vida de un sacerdote. Es, en el mismo Jesús, donde se encuentra forjada esta circunstancia.
Sin embargo, en el momento actual, quizá no se pueda apuntar, con tanta rotundidad, el papel que los padres juegan en todo ello.
CUADRANDO LOS DATOS
Los que leemos y escuchamos la Palabra de Dios, con asiduidad, comprobamos que, una alegoría constante, en la que Jesús basa su predicación, es en: el pan y la levadura.
Eso que tantas veces había visto hacer a su madre.
- Jesús se reúne con sus amigos y comparte el pan.
- En la oración que les enseña: quiere que pidan el pan.
- En el monte multiplica el pan.
- En el Sermón de la Cena, se muestra como Pan de Vida.
- En la Última Cena: Toma el pan, lo bendice y lo reparte…
- Y así, en cada eucaristía llega hasta nosotros, por medio del Pan Eucarístico.
Sin embargo al descender al momento actual, esto no cuadra del todo bien ¿De qué tipo de familia han de florecer los sacerdotes de hoy? ¿Qué actitudes contemplan, nuestros futuros sacerdotes, tanto en los colegios, como en las familias? ¿En medio de qué tipo de conductas se han formado…? ¿Dónde podrán adquirir la “levadura madre” que necesitan para ser “pan”?
Las madres actuales no amasan el pan, ni lo cuecen. Ellas lo compran ya hecho y, no sólo eso, pueden elegir porque hay pan para todos los gustos: con sal, sin sal, de cereales, de centeno, de leña, candeal… panes que, ni siquiera se pondrán en la mesa ya que los horarios agobiantes de, unos y otros, no coinciden y será difícil que la familia se siente junta para comer.
Todos salen al punto de la mañana a trabajar. La vida se ha vuelto complicada y en la sociedad del bienestar, donde estamos insertados, hay muchas necesidades que cubrir.
Al trabajar tanto, también es necesario tener momentos de diversión, esparcimiento y ocio por lo que después del trabajo, cada uno se va por un sitio distinto sin que se prodigue ese momento de encuentro e intimidad; el cual queda relegado para el día siguiente, “día siguiente” que, rara vez llega.
Cada miembro de la familia tiene problemas propios y no se entera de los de los demás, por lo que tanto desarraigo los va metiendo en la incomunicación, no sólo en cuanto a la convivencia, sino también al aislamiento espiritual.Por otro lado, al tener independencia económica, pueden divertirse como quieran, ir donde quieran, actuar como quieran y, aunque a veces les gustaría hacerlo en común, los compromisos tampoco se lo facilitan.
También vivimos en edificios más grandes, pero las viviendas son más pequeñas por lo que parece obligada la dispersión. A los jóvenes no les gusta permanecer largas horas en el hogar, prefieren todas esas cosas atractivas y cómodas, que les va presentando la sociedad y esta manera de vivir ha propiciado que la familia se desvincule, se desmorone, se devalué… Sin entrar en todos los esfuerzos, que hace el mundo de hoy, para desintegrar la unidad familiar que tanto prestigio daba hace escasos años.
Gran dificultad para los comienzos de un sacerdote ¿Cómo subsistir a tantos ataques?
Sin embargo para Dios no hay imposibles. Es verdad que los seminarios están más vacíos que antes; es verdad que las madres de ahora no son como las madres de los sacerdotes de antes; es verdad que todo son ataques a la vida sacerdotal pero, pese a quien pese, los seminarios van empezando a tener más vocaciones y los jóvenes sienten la llamada de manera diferente a la de otros tiempos.
Este año, cuando se celebraban los tres días de oración por las vocaciones nos encontramos con un seminarista que nos contaba como surgió su vocación. Sus padres eran ateos y unos amigos le invitaron a una convivencia en la que descubrió a Jesús de Nazaret. Lo que más me duele, nos decía, es cuando al hablar con mis amigos más íntimos les parece que, siendo cura, he destrozado mi vida para siempre. No pueden entender la grandeza de mi vocación.
Este chico tenía una carrera superior terminada, había estudiado en un colegio religioso y nada le había servido para encontrar su vocación, sin embargo, Dios lo estaba esperando en otra parte.
LOS PADRES EN LA VIDA DEL SACERDOTE
A pesar de todo lo que transcribo, yo soy madre y sé el papel tan importante que los padres y, sobre todo, las madres desempeñamos en la vida de nuestros hijos, por lo que me parece insustituible el sitio que debe ocupar la familia en la vida del sacerdote.
Cuando asistes a Ejercicios Espirituales o haces alguna convivencia, el sacerdote que la imparte o que brinda los puntos de reflexión, casi siempre suele tener alguna mención especial para sus padres. Ellos suelen acordarse de cómo se rezaba en familia; de cómo rezaban con él, sus padres, al acostarse; de cómo se bendecía la mesa; del momento importante en que iban juntos a misa… y a mi mente llega, esta singular pregunta: ¿Los futuros sacerdotes podrán tener también una mención especial para sus padres? Porque ser padre o madre de sacerdote y acompañarlo requiere mucha renuncia, mucho servicio, mucha entrega… requiere una labor maravillosa: santificarlos.
Los padres del sacerdote tienen que tener la grandeza del desprendimiento, para dejar que su hijo, vaya a servir a otros por amor y os aseguro que desprenderse de un hijo duele, lo sé por experiencia propia.
Pero esto no se improvisa, esto nace de la vida y, si la vida de hoy ha cambiado tan drásticamente, ¿qué sucederá con los que opten por ser sacerdotes en el futuro? Nos encontramos en la era, donde las familias se separan con facilidad; el individualismo se impone, cada vez, con más fuerza; se prescinde de Dios; se critica a la iglesia y se juzga sin piedad a la jerarquía eclesiástica… sin embargo es, precisamente, en este tipo de familia y en esta sociedad donde ha de “amasarse” y fermentar la vocación sacerdotal ¿No os parece que será difícil hacerla prosperar? Yo desde aquí, quisiera decir a todos los padres y madres de cualquier sacerdote, que no pongan obstáculos a la vocación de sus hijos, que procuren acompañarlos en su apasionante andadura, que no duden en que Dios les dará su gracia para que sean capaces de entregarle, lo que más quieren, lo mejor que tienen: su propio hijo.
Sin embargo, el que esta realidad mejore es tarea de todos; cada uno tenemos nuestra parte de responsabilidad.
- ¿Rezamos por las familias de los sacerdotes?
- ¿Rezamos por los colegios donde estudian y se forman?
- ¿Rezamos por las vocaciones…?
- ¿No será que rezamos poco y mal?
En mi parroquia hay una oración por las vocaciones una vez a la semana y la verdad es que es muy bien acogida; cada vez asiste más gente, aunque no seamos demasiados.
Esto se podría repetir en muchas parroquias e incluso hacer una oración donde asistiesen los padres de los futuros sacerdotes para pedir por todas las vocaciones y por toda la Iglesia.
Yo, para empezar, me uno desde aquí a esa oración, donde se pide: por las vocaciones y los sacerdotes, no importa dónde se haga ni quién la haga, solamente importa ser piedras vivas, capaces de hacer todo por amor; para, desde nuestra entrega afable y silenciosa, ayudar a todos y cada uno de los sacerdotes de Cristo.
Pues sé muy bien que:
Dios, cuando llama, no busca a alguien porque haga cosas magníficas; Él busca a la persona.
Por Julia Merodio
por Admin-Web-QC | Nov 19, 2009 | Rincón de Julia
Por Julia Merodio
UN REY BASTANTE PECULIAR
En la actualidad, resulta extraño trabajar para un rey que no admite que le rindan honores, sino que pretende que sus obreros desempeñen su tarea en los lugares más desfavorecidos, donde existe el sufrimiento y la pobreza.
Nos resulta extraño, que este rey no controle si hemos cumplido las normas sino que, sólo, intenta constatar si somos humanos, si hemos aprendido a ser personas y si somos capaces de vivir como hermanos.
Por eso, nuestro mundo ha optado por prescindir de Él y buscar otros reyes, con otros reinos y otros cometidos más atractivos. Sin embargo, sorprende observar que esos reyes y esos reinos forjan personas insatisfechas y ávidas de algo… que las llene de verdad.
Por eso este año, -año sacerdotal-, deberíamos tomarnos en serio, esta oportunidad, para hacer una reflexión sensata y preguntarnos:
– ¿Queremos ser operarios de este Reino?
– ¿Queremos aceptar sus normas laborales?
– ¿Queremos vivir la misión que, dentro del Reino, tenemos encomendada?
UN REINO ALGO DISTINTO AL QUE CONOCEMOS
Cuando la persona decide trabajar para el Reino, lo primero que le sorprende son los trabajos que allí se realizan y el sueldo que se ofrece por llevarlos a cabo.
Uno de los más apreciados es: el trabajo por la vida.
Mientras que en nuestro mundo se trabaja por la imagen, en el mundo de Dios se trabaja por la vida. Una vida que no entra en competitividad.
En nuestra manera de vivir se premia a los mejores, mientras los demás son excluidos. Si uno recibe un premio, los demás se quedan sin él. En el mundo de Dios no; en el mundo de Dios todos somos premiados, porque a Dios hay que ir en racimo; no se puede ir pisando a los demás para llegar primero.
Por tanto, si nosotros queremos trabajar en este servicio, no podemos eludir la realidad de “dar vida” entregándonos al servicio de los demás.
Esto no lleva implícito hacer cosas raras, ni buscar destinos extraños… se trata de ofrecer nuestros dones a los que viven con nosotros, a los que se cruzan en nuestro camino, a los que intentan vivir a nuestro lado la fe…
Se trata de regalar:
– Nuestro tiempo.
– Nuestra sonrisa.
– Nuestra paciencia.
– Nuestra energía.
– Nuestra entereza.
– Nuestros dones.
– Nuestra honestidad…
Se trata de gastarnos por los demás compartiendo con ellos; dejándonos encontrar por los que nos necesitan; perteneciendo a todos… como signo de la universalidad de la Iglesia. Se trata de vivir en fidelidad desde una entrega diaria y silenciosa que haga crecer y dé Vida.
Otra tarea del Reino de Dios es: Trabajar desde la verdad
Celebrar la fiesta de Cristo, Rey del Universo, es reconocer a Jesús, como testigo de la verdad, como libertador, como Señor del mundo… y mostrar, con nuestra vida, que eso es una realidad. Pero todos sabemos, que requiere demasiado compromiso; por lo que preferimos ser de los “del montón”
Cuando oímos, por primera vez pronunciar con fuerza “La verdad os hará libres”, a nuestro querido Papa Juan Pablo II, no podíamos imaginar que iba a tener tanta repercusión entre nosotros. Ignorábamos que no era una frase bonita, ni una muletilla de peregrinación; no sabíamos: que era un pilar que fortalece nuestra vida, la engrandece y la define.
En esta época de “esclavitud subliminal” en la que nos manejan con hilos invisibles, necesitamos más que nunca un corazón sincero; porque la verdad no es algo etéreo, es la grandeza de haber encontrado a Dios, haber optado por Él y haber decidido vivir a su lado.
Jesús es el único que puede hablar de la verdad porque Él vive en la verdad; Él, es la Verdad.
Por tanto, dejemos que esta tarde nos mire el Señor; dejemos que su mirada nos muestre la verdad de nuestra vida.
Y después veamos qué puesto ocupa la verdad en nuestra existencia:
- ¿Qué clase de verdad vivo?
- ¿Qué tipo de verdad comparto?
- ¿Son verdades a medias? ¿Verdades camufladas?
- ¿Verdades que violentan? ¿Verdades que dañan?
- ¿O, son verdades que salvan?
- ¿Verdades que ayudan?
- ¿Verdades que dan confianza?
- ¿Verdades que alientan la Vida?…
En este silencio vamos a reconocer a Jesucristo, como única verdad y pidámosle la gracia de vivirla a su lado.
En el Reino de Dios se trabaja por la justicia
Pilatos está para hacer justicia; pero aparece ante él un caso demasiado difícil; pone en juego su imagen y quiere ganar “puntos” con este caso tan especial.
Intenta ser amable con Jesús. Le hace preguntas sugerentes… pero, ante su perplejidad, Jesús calla. Pilatos no puede soportar ese silencio que lo denuncia y en presencia de todos, cobardemente, se lava las manos.
¡Cuántas veces, nos hemos lavado nosotros las manos, en situaciones comprometidas!
Pedimos justicia, pero fallamos en caridad. Pedimos justicia, pero no creemos en la justicia de los demás. Pedimos justicia, pero nos cuesta liberarnos de nuestras rígidas estructuras…
Jesús, al contrario que nosotros, no mide las consecuencias. Él no tiene miedo a nada y responde con rotundidad cuando Pilatos le pregunta ¿Tú eres rey? Jesús mirándolo fijamente y sin alterarse lo más mínimo contesta: “Tú lo has dicho, Yo soy Rey”
Pero un rey que no juzga y, menos injustamente, como lo están haciendo con Él. Jesús es un Rey distinto.
- Un Rey que no impone por la fuerza.
- Un Rey testigo de la verdad.
- Un Rey que pone como leyes de su gobierno: la justicia, la sencillez, la mansedumbre, la acogida, la tolerancia, la donación, el perdón…
- Y nos ofrece un Reino donde la Vida es posible, el amor se siente y la verdad se revela; un Reino donde la paz y la armonía son las normas de convivencia.
- ¿Tiene todo esto algo que ver con el sentido que nosotros tenemos de justicia?
LECTURA DEL EVANGELIO.- Juan 18, 33 – 37
“Preguntó Pilatos a Jesús: ¿Eres Tú el rey de los judíos? Jesús le contestó: ¿Dices eso por tu cuenta o te lo han dicho otros de mí?
Pilatos respondió: ¿Acaso soy yo judío? Tu gente y los sumos sacerdotes te han entregado a mí ¿Qué has hecho?
Jesús le contestó: Mi reino no es de este mundo. Si fuera de este mundo, mi guardia habría luchado para que no cayera en manos de los judíos. Pero mi reino no es de este mundo.
Pilatos le dijo: ¿Con que tú eres rey?
Jesús le contestó: Tú lo dices: Soy rey. Para eso he venido al mundo, para ser testigo de la verdad.
Pilatos le dice: Y ¿qué es la verdad?
FE: Señor, Tú que eres Rey-Servidor, fortalece nuestra fe para que seamos capaces de poner en práctica tus enseñanzas sin avergonzarnos de ellas ante quienes las critican y ridiculizan.
Te lo pedimos Señor,
ESPERANZA: Señor, Tú que eres Rey-Servidor, mantén viva la esperanza en nuestros corazones; ayúdanos a perseverar en aquello que, aunque sabemos difícil, junto a Ti es posible.
Te lo pedimos, Señor.
CARIDAD: Señor, Tú que eres Rey-Servidor, danos unas manos caritativas que busquen servir en cada momento sin esperar nada a cambio.
Te lo pedimos, Señor.
COMPRENSIÓN: Señor, Tú que eres Rey-Servidor, haz que nuestros ojos miren con comprensión y cariño a los que nos rodean, alejando de nosotros la tentación de exigir al prójimo aquello que no nos exigimos a nosotros mismos.
Te lo pedimos, Señor.
AMOR: Señor, Tú que eres Rey-Servidor de todos los hombres, Tú que a cada instante nos regalas tu confianza, haznos semillas para que sembremos el mundo de tu amor.
Te lo pedimos, Señor.
- Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros TU REINO.
Porque:
– Optar por el Reino, es forjar un camino compartido; es aceptar que multitud de manos se unen, para hacer nuestra existencia más humana.
– Optar por el Reino, es abrazar las miradas que se buscan para hallar, unidas, la Mirada: de Aquel que por nosotros dio la vida. Es compartir con los otros y reunir, bajo las mismas esperanzas, las diferencias que sabemos nos separan.
– Decir Reino, es hablar de proyecto común, de ilusión, de aceptación, de tolerancia… Es pensar en el otro y acogerlo como es; para pensar, juntos, en los demás, en lugar de seguir pensando en nosotros mismos.
– Decir Reino, es unir la fuerza de todos, alentando a los otros en el trabajo difícil, con una palmada al hombro,
y corregirse… sin miedo a los enfados, con el ánimo de ir creciendo juntos, poco a poco.
– Decir Reino, es hablar de apertura y entrega, de servicio a los demás, de darse sin medir los resultados.
– Decir Reino, es compartir la vida de Dios, fuente de: de verdad, de justicia, de esperanza, de amor, de paz… para decir juntos:
Aquí estamos Señor, unidos y en camino para hacer crecer tu Reino, allá donde nos pidas.
Porque queremos, que se haga tu voluntad aquí, en la Tierra como en el Cielo.
Enviado por Julia Merodio, Noviembre 2009
por Admin-Web-QC | Mar 24, 2009 | Ejercicios Espirituales
Ya están disponibles las tandas de ejercicios de 2016
“Nadie puede hacer que amanezca pero sí puede estar despierto para poder admirar un amanecer. Nadie puede obligar a Dios que le diga claramente lo que es su voluntad, lo que El quiere que haga en un problema concreto, pero sí puede estar atento para descubrir lo que Dios le va diciendo en la vida”.
¿Busco vivir una vida diferente? Encontrarme con Dios y dejarme encontrar por El, educar mi corazón y mi fé, conocerme bien y profundizar en mi conocimiento y amistad con Jesús, integrar mi fe con mi vida.
Benedicto XVI dijo: “los ejercicios espirituales constituyen un camino y un método particularmente valioso de buscar y hallar a Dios en nosotros, en nuestro alrededor y en todas las cosas, con el fin de conocer su voluntad y de llevarla a la práctica”.
Es la mejor manera de poner orden en todas las cosas y encontrar la respuesta a la llamada del Señor con fuerza y entusiasmo. Dios existe y se manifiesta en nuestra vida diaria, tan sólo tenemos que estar atentos a su mirada y a su llamada.
Todo puede encontrar su respuesta en los Ejercicios Espirituales cuyo objetivo es ordenar la vida del que los realiza según el proyecto de Jesús. Si tienes algún problema para poder realizarlos como dificultad para desplazarte, tú economía no está muy holgada y supone un extra… etc. , no dudes en ponerte en contacto con nosotros e intentaremos solucionarlo porque lo importante es que …
¡¡¡Si tú quieres hacer Ejercicios Espirituales los puedas hacer!!!
TANDAS DE EJERCICIOS 2016
- 26 al 28 de Febrero – P. José María Ridruejo, sj.
- 10 al 13 de marzo – P. Juan Manuel García-Lomas, sj.
- 1 al 3 de abril – P. Vicente Pascual, sj.
- 22 al 24 de abril – P. José Luis Sánchez-Girón, sj.
Todas las tandas, especiales para nuestra Comunidad, están abiertas a otros seglares que lo deseen
Loreto Pombo (65nueve166600) y al mail: ejerciciosespirituales@matrimoniosnazaret.es